Hay cosas que están ocultas a la vista, se desarrollan en la oscuridad
como protección que mantiene vivo lo Divino. Todo lo que vemos nos
penetra y nos modifica, igual al revés, todo lo que vemos lo penetramos y
lo modificamos. Al exponer fotos, o cualquier imagen de un bebé dentro
del útero materno estamos ampliando las posibilidades de vulnerabilización de su crecimiento y desarrollo con la mirada de los otros.
Hay cosas sagradas, únicas, invaluables y a veces también restringidas
naturalmente a su posibilidad de ser compartidas con muchos. Respetemos
esa naturaleza.
ECOGRAFÍAS: las fotos de bebés dentro de la panza
invaden un habitad naturalmente no visible. Tanto la madre como el
resto de la familia contactan con el bebé a través de su crecimiento y
movimientos en el interior del útero protegido. Cuando publicamos una
ecografía en Facebook o redes sociales esa imagen sagrada es vista por
muchas personas que no están en su mejor -muy probablemente- momento del
día o de la vida. Personas como vos y como yo que con su mirada conectan
con el bebé expuesto y dejan impresiones en el desarrollo del
bebé, la mayoría de las veces sutiles, casi imperceptibles, pero cuando
esa exposición es continua, lo sutil se va volviendo materia por cantidad de veces que esa foto entra en contacto
visual con alguien (la mayoría de las veces las personas no conocen a la
familia en cuestión).
Por suerte, los bebés vienen con protección a
prueba de padres y familiares, la misma va disminuyendo a medida que
crecemos. Mi experiencia me ayuda a comprender que es una bendición esa
protección y que es mejor no mal gastarla, que esté disponible para
cuando realmente es necesario.
No estoy diciendo que hacerse ecografías
esté mal sino que compartirlas en redes sociales o mostrarla a
personas que no son parte de nuestro núcleo social no es sano ni
armónico para el bebé.
EVITAR PUBLICAR FOTOS DE RECIEN NACIDOS EN LAS REDES SOCIALES
Cuando nacemos, en el momento del parto sucede algo mágico, único,
nuevo e impresionante: se abre un portal que comunica diferentes planos de
la existencia (dimensiones) durante varios días. El bebé sale puro y
limpio. Es necesario graduar el nivel de exposición a situaciones tóxicas o cargadas de energías densas, como también es natural graduar la exposición a la suciedad y gérmenes durante los primeros meses.
No se trata
de no sacar fotos -aunque no es necesario hacerlo demasiadas veces. ¡¡¡¡¡Es necesario evitar la publicación de fotos de recién nacidos!!!!! Con nuestra mirada no comprometida con lo que estamos
observando (el milagro sagrado de la llegada a este plano) compartimos
lo que estamos vibrando al momento de observar, dejando la
impronta de una huella vibracional que atrae frecuencias parecidas al
objeto observado.
Como trabajadora y especialista en reconocimiento de
energías mi aporte es que evites compartir fotos de la clínica, del
parto en tu casa, del bebé en brazos de tu familia. Esas fotos son sólo
tuyas y de tu familia. Durante el primer mes dejá fluir a tu mamífera
protectora y evitá visitas, evitá forzarte a estar vos y tu bebé
disponibles a la demanda de amigos y familiares. Las redes sociales son
muy útiles, sólo tenemos que aprender que hay cosas que no es sano
compartir ahí.
Esta nota apunta tal vez a darle la razón a
tu instinto femenino, a tu instinto de padres. Está naciendo la nueva humanidad, contemplemos en la intimidad de nuestros hogares sagrados su llegada.
GRACIAS GRACIAS GRACIAS POR TU LUMINOSA RECEPCIÓN.