
Este programa surgió de la imperiosa necesidad de tener algo que me ayude a reencontrarme cotidianamente con las energías que venía experimentando en los círculos de mujeres y durante mi período menstrual. Sentía el poder de mi sangre, el poder de la luna sobre mí, el poder de mi energía sexual y el poder de la guía del calendario maya en mi vida pero carecía de los medios para que toda esa forma ampliada de conciencia compatibilice con mí día a día.
Fue así como jugando a sanarme creé y canalicé este programa que fue conectándome con las Diosas (a las que desde pequeña rechacé como me rechazaba a mí misma por ser mujer). Jugué a tejer pensamientos, sentimientos, ciclos y a buscar excusas para hacerlo. Así, en el cotidiano de la Luna, fueron surgiendo consignas mágicas que me iban reconectando con los poderes que vinieron conmigo en la cuna y que con el tiempo y la programación social se fueron durmiendo.
Cada Día Lunar es una oportunidad para ser plenamente mi esencia, para reír y llorar, para cantar y para callar, para sentir y hacer, para calmarme y descansar, y ante todo para integrarme con mi ser circular. La explosión de conciencia fue tan grande que decidí después de un año de haber nacido compartirlo, entregarlo, abrazarlo y la magia se potenció y comenzaron a sucederle cosas a las mujeres que lo transitaban con conciencia. Nacieron niños nuevos de ovarios que se decían medicamente secos, surgieron separaciones y encuentros necesarios, surgió la sinceridad que irradia la sanación, surgieron nuevos círculos, nuevas mujeres, SURGIÓ EL RECONOCIMIENTO AL PODER MENSTRUAL, nuevas hermanas y la red se sigue tejiendo y tejiendo esta próxima Luna Nueva donde comienza nuevamente la posibilidad de jugar a ser la luz y la oscuridad femenina que habita en mí.
Es desde esta simpleza que te invito a jugar 28 días con la luna en el cielo y con la luna en tu interior.